Bello Berganzo nace como un proyecto familiar, basado en mantener la tradición vinícola y la artesanía. Un proyecto que une a la familia y a las personas, dándoles prioridad.

Un proyecto familiar

Sobre los viñedos de Samaniego, se puede avistar el rostro de un hombre bajo una txapela, revisando cada uva, cada hoja, cada rama, cuidando hasta el mínimo detalle para crear un vino único de calidad. Cultivando y labrando el futuro de su bodega, Marino Bello, junto a su mujer Isabel Berganzo, representan el ejemplo perfecto de cómo la perseverancia y el tesón pueden crear algo extraordinario.

Familia y personas

Bello Berganzo nace como un proyecto familiar, basado en mantener la tradición vinícola y la artesanía. Un proyecto que une a la familia y a las personas, dándoles prioridad. Para Bello Berganzo, las personas van primero.

Una segunda generación

Los tres hermanos, Ángel, Carlos y Josean Berganzo son los que hoy en día se encargan de gestionar la bodega, siendo siempre fieles a los valores con la que ésta empezó. Esta segunda generación sigue aplicando los valores familiares inculcados por sus padres en el proceso diario de la bodega. Por ello, el proceso vinícola sigue aplicando la técnica del corquete, el sello personal de Bello Berganzo.

Sus vinos

Vinos de maceración carbónica, blanco, rosado, blanco fermentado en barrica y crianza.

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